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miércoles, 15 de mayo de 2013

AMIGOS DESDE LA RADIO





Dicen que las Romerías de Mayo son un momento único en la vida de todo el que se aventura a participar en ellas. Que se te prenden de tal manera en el alma que eres incapaz de olvidarlas. Por eso aún con el cuerpo cansado por las 12 horas de viaje en ómnibus desde la capital hasta el oriente cubano, el placer del reencuentro con viejos amigos y la posibilidad de aprender a construir imágenes mediante el radiodocumental serían motivos más que suficientes para aferrarse a la idea de participar en la XX edición de este festival de las juventudes artísticas.
La provincia nos recibió con el cielo estrellado y una luna lista para los festejos. Solo quedaban unas pocas horas para conocer a un hombre que constituye icono en la radio cubana: Juan Carlos Roque.
El primer encuentro fue algo raro: una mezcla de informalidad y cortesía. Ahí estaba parado junto a nosotros quien prometía enseñarnos algo de lo que sabía, y confieso que las expectativas por parte del grupo eran bastante altas. Tremendo reto debía asumir Roque ante un auditorio, que en su mayoría eran jóvenes del siglo XXI, perteneciente a una Cuba muy distinta a la que conoció en su etapa de reportero de Radio Rebelde; pero asumir la idea de enfrentar lo nuevo se convertiría en una experiencia muy gratificante. Así nos adentramos en ese mundo de la radio que apenas conocemos.

Pudimos viajar hasta Argentina conocer las huellas dejadas por la tiranía, en México  trasladarnos en tren con los emigrantes latinos que buscan el sueño americano; conocer cómo en Colombia los cadáveres de los desaparecidos son adoptados y convertidos en santos populares; regresar en el tiempo hasta el momento en que Calixto García se inmortalizara en la historia; en Sancti Spíritus supimos de dos proyectos sociales exitosos que abren sus puertas a quienes aceptan la diversidad; filosofamos acerca de las colas; viajamos de La Habana a Miami llevando las cartas de una madre a su hijo; todo eso en apenas unas horas, sin salir de aquella pequeña salita habilitada para el encuentro y gracias al radiodocumental, un género periodístico poco usual en nuestras emisoras y que permite al oyente construir en su mente las imágenes que se narran. Según la experiencia de Juan Carlos Roque el radiodocumental es una expresión artística que permite comprender la realidad que vivimos, contar las historias que nos rodean y dar voz a sus protagonistas. Es así como este Curso-Taller nos abrió algunas puertas.
Cuando menos quisimos llegó la despedida. No hizo falta palabras para expresar todo el agradecimiento por el tiempo dedicado. Fue así como el adiós se convirtió en un hasta pronto. Solo queda por nuestra parte poner en práctica los conocimientos adquiridos, incorporarlos a nuestro trabajo cotidiano, romper los esquemas obsoletos, quebrantar las reglas y buscar una nueva manera de hacer la radio cubana. Son retos difíciles de lograr, pero aún nos queda mucho por vivir. Ojalá las Romerías de Mayo del 2014 vuelvan a ser justificación para el reencuentro. No importa que el cuerpo se agote con largas horas de viaje, siempre que se repita la experiencia vale la pena el sacrificio. 


martes, 14 de mayo de 2013

AMO ESTA ISLA...


GLORIETA DEL PARQUE DE NUEVA GERONA
¿Cómo describir los amores que siento por mi Isla, la de Pinos, la de las cotorras, los piratas, del tesoro, la toronja o de la Juventud? ¿Cómo encerrar en unas pocas líneas todo el tiempo que ha transcurrido por esta ínsula cubana? Es un reto muy difícil para alguien que solo ha vivido su primer cuarto de siglo; por eso solo me dispongo a meditar acerca de lo que somos y de lo que podemos ser.

BULEVAR DE NUEVA GERONA
Pude haber nacido en Pinar del Río como mis tíos; o en Guanabacoa como mis primos; o simplemente no haber nacido; pero quiso el destino que mis padres se conocieran en una noche cualquiera de un día cualquiera en una fiesta cualquiera de esta Isla. Por eso hoy la miro en 180 grados para que nadie venga desde afuera a decirme cuáles son sus virtudes y defectos. Yo los conozco, o al menos eso creo, aún cuando mi corta edad no me permita comparar los últimos 20 años con la gloriosa década del 80, donde la Isla era una joyita de Cuba y de los cubanos. 

BULEVAR DE NUEVA GERONA

IGLESIA "NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES"
Soy de esa generación que creció viendo el socialismo y el Período Especial como dos ramas de un mismo árbol. Recuerdo que mis padres hablaban de abundancia, recursos y estabilidad económica. Pero todo quedó en el pasado, no logró ver el siglo XXI porque sucedió lo inevitable: la Unión Soviética se desmoronó ante los ojos de un mundo que se dividía entre socialistas y capitalistas. Y ahí estábamos nosotros, en medio de esa división, construyendo nuestro propio camino. 


Entrábamos rápidamente en una pesadilla sin saber cuándo despertaríamos. La escasez se volvió parte de la cotidianidad. Nos acostumbramos al “no hay” o al “se acabó” y con lo material se fueron también algunos valores morales. La crisis puso en duda el futuro de los niños, que como yo, no conoceríamos la parte positiva de la historia y crecimos confundidos, pero inocentes, entre las consignas del matutino y la realidad de nuestros hogares.
BULEVAR DE NUEVA GERONA
Se que todo esto acabará un día, que no vendrá nadie de afuera a entregarnos la fórmula mágica que convierta el lodo en oro y mucho menos que transforme el entorno como sucede en las películas de Disney. Aspiro a que seamos nosotros quienes construyamos una Isla diferente, insertada en el mundo y capaz de avanzar aún cuando todo parezca difícil. No deseo sonar retórico y mucho menos repetidor de consignas, pues no creo en ellas; solo creo en el hombre y en la mujer y su capacidad para construir el destino. Creo en los niños que desde su inocencia dicen las verdades a los cuatro vientos. Creo en quienes creen en lo posible y lo imposible, siempre con objetividad. Creo en aquello que, aún siendo utópico, puede estar más cerca de lo que creemos.