Translate

viernes, 30 de noviembre de 2012

RETOS DE LA PALABRA





Rueda el tema de presentación del programa. La señal lumínica indica que ya estamos en el aire. Doy la fecha: 1º de diciembre, una jornada especial para los locutores de Cuba, pues celebramos nuestro día. Para nadie es un secreto que este país ha sido formador, desde sus inicios, de importantes profesionales de la palabra; artistas que con su talento han calado en lo más hondo del gusto popular. Mencionar nombres sería redundar, pues la lista es demasiado grande… pero el talento mucho más.
Aprovecho el corte musical intermedio para recordar que vivimos en el siglo XXI, la Radio Cubana ya tiene 90 años, y para las nuevas generaciones de locutores es un reto y una enorme responsabilidad asumir ese legado dejado por nuestros predecesores. No es tarea fácil, créanme. Hay que prepararse más, estudiar todos los días, saber como amaneció el mundo, conocer las tendencias culturales y políticas del momento y propiciar que nuestros oyentes o televidentes se acerquen a esa información de una manera creíble, sencilla pero directa. No podemos violentar los espacios, debemos ser respetuosos con esas personas que nos dejan entrar a sus casas, que nos abren las puertas de su intimidad a través de nuestros programas. Por eso creo que más allá del desenfado y la informalidad que a veces queremos dar en nuestros espacios, debemos preservar la ética profesional. Ser locutor significa comunicar, pero también quiere decir conversar, proponer, sugerir, intercambiar. No se trata de matar la iniciativa, de ser esquemáticos o tradicionalistas, pero sí de construir con nuestro intelecto palabras cultas que enriquezcan el espíritu de nuestro receptor… ¿y por qué no?... de nosotros mismos.
Vuelve a encenderse la señal lumínica y a mi mente viene un refrán muy popular que dice: “hay de todo en la viña del señor”, y me parece que sí, pues como también existen locutores buenos, existen locutores malos, en mi caso quisiera en un futuro ser de los buenos, pero de todos aprendemos siempre, porque si algo tiene esta profesión es precisamente que todos los días se debe estar dispuesto a aumentar el caudal de sabidurías. No se puede concebir a un locutor joven que diga: YO ME LAS SE TODAS. Eso es mentira… ese ser está destinado al fracaso. Por eso creo ser de aquellos que no se conforma con lo que tiene, con lo que ha logrado, con lo que sabe… todos los días trato se sumar una palabra nueva a mi vocabulario, de aprender a escuchar a los demás, de construir mi propia manera de ser, y de ofrecerle a los otros una felicidad natural.
Creo que por esos caminos debe andar la joven locución cubana de estos tiempos… ya corre el tema de despedida… solo queda agregar a los créditos una felicitación en este día tan especial… y reiterar la invitación para un próximo encuentro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario