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VISTA SATÉLITE DE LA ISLA |
Hace días vi en la TV el tema más reciente del famoso y polémico
Baby Lores. Un
video lleno de colorido y ritmo que pretende recordar aquellos
primeros acordes que se escucharon en el reggaetón. Mi comentario no va
dirigido hacia el audiovisual en sí, ni al género musical, sino a un pequeño
fragmento de la letra, que quizás para muchos pase inadvertido, pero para mí,
que me siento parte de esta porción de tierra, me ofendió del mismo modo que me
ofendería que mañana me dejaran de llamar cubano.
El artista, al ritmo de la melodía, nombró uno por uno los gentilicios que
identifican a los habitantes de las quince provincias de nuestro país. A modo
de coqueteo varonil solo mencionó a las mujeres, de ahí que se escuchara decir:
guantanameras, santiagueras, tuneras, espirituanas, habaneras, pinareñas… y
cuando pensé que serían nombradas las mujeres de esta Isla, se apoderó de mí un
desaliento total: el artista pronunció con desenvoltura y en tres ocasiones
repetidas el gentilicio isleñas. En fin que quedaron fuera, literalmente, fuera
de la lista las pineras.
Puede que usted no lo considere de gran relevancia, a fin de cuentas
vivimos en una isla, de la juventud, pero a nadie se le ocurriría llamarnos
juventinos o juventenses; además nunca hemos sido isleños sino pineros, y al
menos yo me identifico de todo corazón con ese gentilicio que hace referencia a
los pinos de nuestra isla, que nos han
representado por muchísimos años.
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PARQUE DE NUEVA GERONA |
En mi experiencia personal no son pocos los que en
Cuba desconocen cómo se
le dice a quienes vivimos en esta ínsula, por lo tanto el artista al que hacía
referencia anteriormente puede que no sea la excepción. Incluso he escuchado
que nos confunden con las habitantes de Pinar del Río, con quienes guardamos
enormes vínculos históricos e incluso geológicos, pues dicen que en un momento
de la historia nuestras tierras fueron literalmente una sola; pero eso quedó en
el pasado y ellos son pinareños y nosotros pineros, similares pero no iguales.
Por lo tanto si quienes vivimos y nacimos en
Isla de Pinos o Isla de la Juventud dejamos que se pierda nuestro gentilicio no solo perderíamos la
identidad pinera, cuestionada por algunos en estos días, sino que serías
partícipes de una barbarie en contra de nuestros orígenes. Es importante que
desde que nace el niño pinero se le
explique porqué se le llama así, por qué debe sentirse orgulloso, desde el
punto de vista cultural e histórico, de pertenecer a esta isla, que
geográficamente está alejada de la Isla Grande, pero que ha sido, es y será
parte importante de todo lo que suceda en Cuba.
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VISTA DE NUEVA GERONA DESDE LA LOMA "LA VIGÍA" |
Puede que no tengamos todo lo que necesitamos, pero si no amamos este
terruño, si no nos identificamos con nuestros orígenes todo estaría perdido. Se
puede vivir en otra provincia, incluso en otro país, pero nunca se dejará de
amar al lugar donde se nace, porque es algo que se lleva muy adentro y que te
llena de orgullo. Yo le invito a que reflexiones y piense si es importante o no
defender que en cualquier parte nos
llamen o identifiquen por lo que somos: pineros.